Navidad a la polaca

La Navidad es una época muy señalada para los polacos, y la Nochebuena su día más importante, cuando los familiares se reúnen alrededor de la mesa con un abundante menú que consta de doce platos. Aunque se trata de una fiesta familiar, cada vez es más común celebrar estas fechas fuera de casa, en un restaurante, para evitar tener que preparar tanta comida. La mayoría de estos cierra el día de Nochebuena, sin embargo algunos ofrecen menús especiales para este día. Las comilonas siguen durante los días 25 y 26 de diciembre, que son festivos nacionales. Los museos, el resto de restaurantes y algunos supermercados vuelven a abrir el segundo día festivo.

Los mercadillos de Navidad suelen abrir sus puertas a finales de noviembre, coincidiendo con la inauguración de las decoraciones navideñas en las calles del país. Varsovia organiza todos los años una ceremonia de inauguración con instalaciones temporales espectaculares que se mueven entre lo elegante y lo rompedor. Por su parte, el mercadillo de la Plaza Mayor de Cracovia suele ser el más grande y el más variado del país. Los puestos acostumbran a abrir desde por la mañana hasta bien entrada la noche, dependiendo, en cualquier caso, de la afluencia del público. Los mercadillos exponen los típicos artículos de Navidad hasta el 24 de diciembre. La artesanía de las bolas de Navidad es una tradición de largo recorrido en Polonia, así que aunque se trata de un artículo muy delicado, puede suponer un buen suvenir que llevarse a casa en esta época del año.

Los polacos, que están acostumbrados al frío, intentan disfrutar del tiempo al aire libre. Cuando hay buenas condiciones de nieve es recomendable planificar alguna actividad fuera de las grandes ciudades: practicar esquí alpino, esquí de fondo o simplemente contratar un paseo en trineo de caballos, una actividad muy popular en toda Polonia. Si prefieres quedarte en la ciudad, éstas suelen poner a disposición de habitantes y viajeros pistas de patinaje al aire libre, algunas de ellas en los centros históricos (como la Plaza del Mercado de Varsovia) o en otros lugares atractivos donde se amplía la oferta (el Estadio Nacional de Varsovia abre dos pistas de patinaje sobre hielo, un skatepark, una pista de curling, un icebar, zona de espectáculos, etc.). Estos espacios suelen abrir a partir de primeros de diciembre hasta que termina el carnaval.

El fin de fiesta lo pone, obviamente, la Nochevieja, que al contrario que la Nochebuena deja de tener carácter familiar. Las fiestas suelen empezar sobre las 20 o 21 h, y hay gran variedad de propuestas. Ciudades como Varsovia, Cracovia, Wrocław, Gdańsk o Poznań organizan macro fiestas al aire libre en plazas históricas (como las de Cracovia y Wrocław) o en otros espacios abiertos (como el Estadio Nacional de Varsovia), mientras que hoteles y restaurantes nos invitan a recibir el Año Nuevo en sus cenas con cotillón. En las zonas más concurridas de turismo activo y de naturaleza (la capital invernal en este sentido es Zakopane) se organizan fiestas en las pistas de esquí o en alguno de los balnearios geotermales.

Aunque en menor medida que en España, durante la víspera del festivo de los Reyes Magos se organizan desfiles callejeros, siendo el más vistoso el que organiza la capital.

CUESTIONARIO