Tarnów, Cracovia en miniatura
Su cuco casco antiguo recuerda el de Cracovia, a 90 km de distancia de Tarnów. De hecho, la ciudad es uno de los más bellos ejemplos de la arquitectura renacentista en Polonia y visitando Tarnów, merece la pena dedicar tiempo a esta ruta renacentista.
Además, la visita a su barrio judío o la ruta de la técnica (siguiendo las huellas del Edison polaco) completarán la visión de una ciudad considerada el „polo del calor” del país. Esto da pie a considerar la visita a alguno de los viñedos en los alrededores o, acudir a primeros de noviembre, a la Plaza Mayor de Tarnów y degustar la selección regional de los vinos nuevos.
Desde Tarnów se pueden visitar algunos ejemplos de la rica arquitectura de madera de la región: la iglesia de Binarowa, Patrimonio de la Humanidad, se encuentra a 45 km. A 30 km, la pequeña localidad de Zalipie también merece una parada: las casas de madera están decoradas por dentro y por fuera con los típicos y tradicionales motivos folklóricos.
Interior de la Iglesia de San Miguel Arcángel en Binarowa
Entre las curiosidades propias de Tarnów se encuentran las huellas españolas. ¿Sabíais que uno de los ciudadanos de la ciudad fue condecorado por Alfonso XIII con la Medalla de Isabel Católica en 1902? ¿Y por qué en Barcelona hay una plaza que lleva el nombre de Gabriel de Morvay? No vamos a revelar estos misterios con la confianza de que lo queráis descubrir vosotros personalmente en Tarnów.