¡A por setas!
Recoger setas es una de las actividades más populares en Polonia. Después unos días de lluvias, si las temperaturas no han bajado demasiado, basta con salir a pasear por el bosque durante el fin de semana para encontrarlas, por regla general, incluso en los alrededores de las ciudades. Es costumbre madrugar un poco porque, si las setas abundan, después habrá que emplear un buen rato en casa limpiándolas, preparándolas para conserva o cocinando alguna sopa o guiso. Es preferible llevar buen calzado ya que el suelo suele estar húmedo durante las primeras horas del día.
Casi todos los bosques del país son públicos y su acceso es libre siempre que no se trate de espacios protegidos. Sin embargo esto no significa que podamos hacer lo que queramos. Debemos respetar la naturaleza y las especies protegidas así como no dejar basura. Tampoco podemos recoger todas las setas que queramos: las venenosas, obviamente, bajo ningún concepto, pero tampoco algunas que están protegidas. La manera menos invasiva de recoger una seta es con la ayuda de una pequeña navaja, cortando horizontalmente la base de la seta y preservando de esta manera el micelio. Las setas recolectadas las debemos guardar en una cesta de mimbre; nunca en una bolsa de plástico, ya que facilitaría la aparición de microorganismos que pueden estropear la seta en muy poco tiempo.
El boletus es la seta más apreciada. En Polonia suele aparecer bajo pinos y abetos, en bosques de hoja perenne, y bajo robles o hayas en bosques donde predominan los árboles de hoja caduca. Sin embargo hay muchas más variedades que se aprecian en las mesas polacas, por ejemplo unas setas pequeñas que en en España se llaman chantarelas y que son base de una sopa campesina que se hace con patata, cebolla y crema de leche.
Si no alcanzas a organizar un paseo por el bosque en busca de este preciado fruto, te recomendamos visitar algún mercado de frutas y verduras. Si la temporada está siendo productiva, allí podréis ver una gran variedad de setas y sentir su peculiar olor.
Los restaurantes también aprovechan la temporada de setas para incorporar en el menú algunos platos que solamente podremos degustar durante el otoño. Una buena temporada de setas permite hacer conservas para preparar platos a lo largo de todo el año. La manera más común de hacerlo es deshidratándolas. Si las guardamos en un lugar fresco y seco, podremos añadir setas deshidratadas a sopas, a platos como el bigos, a patés y salsas a modo de especia, o incluso preparar una sopa de setas en cualquier momento, tan solo utilizando más cantidad.
Aprovechad vuestras escapadas otoñales para disfrutar de la naturaleza, de los bosques, y para saborear setas de temporada en la mesa.