Jueves Lardero

La última semana de carnaval empieza el Jueves Lardero que, a la vez, es el último jueves antes de la Cuaresma. Ya en la antigua Roma, esta época del año se caracterizaba por su ambiente festivo, por sus banquetes y festejos, aunque entonces el motivo de las celebraciones era la llegada de la primavera. En la mesa dominaban platos con mucha grasa, sobre todo carnes y bollos salados rellenos de manteca que se servían como aperitivo. Es a partir del siglo XVI cuando en Polonia estos bollos pasan a ser una delicia dulce, una tradición que se mantiene viva hasta hoy.

Nuestros bollos, llamados pączki, son los protagonistas indiscutibles de cualquier Jueves Lardero. Ese día hay que comerse al menos uno para asegurarse felicidad y prosperidad a lo largo de todo el año. Por un día todos olvidan sus dietas y, pacientemente, esperan su turno delante de las mejores pastelerías de su ciudad para llevar sus pączki a casa o regalárselos a familiares y amigos. La receta es bastante laboriosa ya que se necesita levadura natural, igual que ocurre con un roscón. Estos bollos, de forma redonda, están rellenos de mermeladas que pueden ser de diferentes sabores, aunque la más clásica es la de pétalos de rosa. La masa tiene que ser muy ligera; tanto que, según el poeta, la mermelada que llevan dentro impide que se escapen volando.

Otro de los protagonistas de este dulce jueves y de todo el carnaval son los faworki. Se trata de una fina masa con forma de lazo, frita en aceite o manteca; otra perdición para los golosos. Es un dulce muy delicado y crujiente (por eso también lo llaman broza), perfecto para acompañar a una buena taza de café.

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Sea o no Jueves Lardero, os recomendamos probar los pączki o faworki cuando estéis de visita en Polonia. Preguntad a los lugareños dónde podéis probar los mejores, ¡seguro que os revelarán el secreto!

Os dejamos una pista con este reportaje de Manena Munar.

CUESTIONARIO