Noche de adivinanzas

El Día de San Andrés Apóstol (en polaco, Andrzejki) es costumbre hacer juegos y adivinanzas. ¿Cómo y por qué?

Cada 30 de noviembre, los Andreses celebran su santo. Antaño, también era un día importante para las chicas jóvenes que querían conocer su futuro, sobre todo si anhelaban casarse. ¡Nadie mejor que el patrón de la felicidad en el matrimonio para conseguirlo! La noche de San Andrés, reunidas alrededor de un cuenco con agua fría, las jóvenes vertían sobre él cera caliente a través del ojal de la cabeza de una llave (de las antiguas y grandes) y, en base a la forma que adoptaba la cera cuando se enfriaba, hacían elucubraciones sobre su futura pareja. Esta tradición de origen rural sigue siendo muy popular, y este día se organizan fiestas en casas o en locales gastronómicos, con una agenda especialmente amplia en las grandes ciudades. Otro juego típico de esa noche consiste en que las chicas colocan sus zapatos en fila y los mueven, por orden, hacia el umbral de la puerta: la chica cuyo zapato cruce el umbral, será la primera en casarse. Aunque ya no creamos en estas profecías, continuar con la tradición puede ser una agradable manera de disfrutar de la tarde y la noche del 30 de noviembre.