El origen del idioma polaco se remonta al siglo X. Visualmente parece un idioma muy difícil, sobre todo por la gran cantidad de consonantes que se pueden llegar a acumular y que, al verlas juntas, provocan pánico. Por ejemplo, la palabra SZCZĘŚCIE (suerte) lleva cuatro consonantes juntas, aunque fonéticamente tan solo representan dos sonidos: la “sz” se pronuncia simplemente como la “sh” y la “cz” como la “ch”.
El polaco, junto con el eslovaco, checo y otros de est parte de Europa, pertenece al grupo de lenguas eslavas occidentales (de la familia lingüística indoeuropea), y se habla principalmente en Polonia; también es bastante frecuente en los países donde existen minorías polacas (Lituania, Ucrania, Bielorrusia) y donde hay importantes colonias de los emigrantes (Estados Unidos, Canadá, Australia o Gran Bretaña). Está fuertemente influenciado por las lenguas latinas, no solo por el hecho de que utiliza el alfabeto latino (a diferencia de los demás idiomas eslavos, como el ruso o ucraniano, que se escriben mediante el alfabeto cirílico), sino también porque incluye palabras de su órbita, como konstytucja, que quiere decir “constitución”, o gazeta, que significa “gaceta”.
El alfabeto polaco cuenta con 32 caracteres: 9 son vocálicos y 23 son consonánticos.
A Ą B C Ć D E Ę F G H I J K L Ł M N Ń O Ó P R S Ś T U W Y Z Ź Ż
a ą b c ć d e ę f g h i j k l ł m n ń o ó p r s ś t u w y z ź ż
Entre las consonantes, la que despierta más curiosidad es la Ł/ł: si es la primera letra de una palabra, su pronunciación se parece a la "w" en la palabra inglesa Washington. Siguiendo este patrón, el vocablo "lagrimita", en polaco łezka, la pronunciaremos como si fuera el nombre de la ciudad de Huesca /huezca/. La Ń/ń se pronuncia casi igual que la ñ. La Ó/ó se pronuncia como la "u" y por eso es la pesadilla ortográfica de muchos (como la "v" y la "b" en español). De la misma manera, muchos dudan si poner ż o rz ya que su pronunciación es la misma.
Las consonantes compuestas: sz, cz, dź , dż, rz asustan a primera vista pero al conocer su pronunciación, ya no parece tan difícil.
Otra dificultad gramatical que hace que este idioma parezca muy difícil a ojos de los españoles es el uso de las declinaciones (variaciones morfológicas en los sustantivos, adjetivos y pronombres que determinan su función y sentido en la frase).
En polaco hay tres géneros y siete declinaciones, como muestra el siguiente ejemplo:
Kot, gato en español
Nominativo: kot
Genitivo: kota
Dativo: kotu
Acusativo: kota
Instrumental: kotem
Locativo: kocie
Vocativo: kocie!
"El gato sobre el tejado" en polaco es kot na dachu, y en este caso se utiliza el nominativo. Pero si queremos decir "No tengo gato", en polaco ya utilizaremos el genitivo: Nie mam kota.
Sí, parece complicado, pero no imposible, sobre todo si sabemos que un sustantivo, adjetivo o pronombre cambia en función de la función que tiene en la frase. Además nos ayudará el origen latino de muchos vocablos y el propio alfabeto.
No olvidemos que ¡siempre nos queda el lenguaje corporal!