Cinco cosas que saber para viajar a Polonia

Seguro que has oído hablar de Polonia y has pensado que quizá algún día la visitarías. ¿Y si ese “algún día” llega este año? Pero… ¿y qué hago allí? ¿Visito solo una ciudad o me quedo más tiempo? También me gustaría relajarme a mi aire durante las vacaciones y no solo ver monumentos, por muy históricos que sean… Te damos unos conceptos básicos para convencerte de por qué deberías pensar seriamente en visitar este país.

 

Puedes aprovechar las vacaciones de verano o el otoño para hacer un recorrido más largo. Polonia es un país grande con numerosos lugares que te cautivarán. Si no optas por realizar un circuito programado (las agencias de viaje españolas tienen una amplia oferta), lo primero es averiguar si puedes aprovechar vuelos directos desde tu aeropuerto más cercano. Madrid y Barcelona son los aeropuertos con más conexiones, pero también hay vuelos desde Sevilla, Málaga, Valencia, Alicante o Castellón. En invierno te sugerimos una escapada de 3 a 4 días a alguna ciudad con arraigadas tradiciones navideñas como Cracovia, Varsovia o Wrocław, o al Parque Nacional de Białowieża, donde podrás hacer fotos de bisontes en libertad que le darán un toque especial a tu viaje.

Las cuatro estaciones del año

Desde España, un vuelo directo a Polonia tarda poco más de tres horas. Solo necesitas tu DNI y la tarjeta sanitaria europea (para ciudadanos de UE) y, a partir de junio de 2022, ya no es necesario presentar ningún documento sanitario relacionado con el COVID’19. La moneda nacional llamada złoty, es el medio de pago, pero no te preocupes: el uso de las tarjetas de débito y crédito está muy extendido y, si no quieres sacar dinero en efectivo de los cajeros, puedes cambiar euros en las oficinas de cambio que se encuentran en casi cualquier municipio y que no cobran comisión (no así en los aeropuertos). La ventaja de utilizar euros es que todo parece, y es, más económico

Cracovia y Varsovia, ¿rivales o aliadas? Habrás oído que Cracovia se considera una de las ciudades más bellas de Europa. A su lado, Varsovia podría parecer una cenicienta, sobre todo si recuerdas los escenarios de la película El Pianista. Pero aquello ya es historia: Varsovia es un modelo de superación y revitalización, no solamente en el plano arquitectónico. Date una vuelta por su casco antiguo resucitado y por las tres residencias reales de la capital polaca, sumérgete en el romanticismo de la música de Chopin, comparte con los locales el aniversario del estallido del Levantamiento de Varsovia cada primero de agosto a las 17.00 h. (o a diario en el Museo dedicado a este acontecimiento) y podrás sentir el alma de la ciudad y de Polonia.

El 10% del territorio de Polonia lo ocupan espacios naturales protegidos. Puedes encontrar alguno de los 23 parques nacionales con los que cuenta el país muy cerca de sus grandes ciudades. Imagínate que ya has visitado Cracovia, donde durante tres días habrás disfrutado de sus monumentos, terrazas y del ambiente nocturno del barrio judío de Kazimierz. Ahora quieres hacer senderismo, montar en bicicleta o simplemente salir de la ciudad. Muy cerca se encuentra el Parque Nacional de Ojcowski que, además, es parte de la Ruta de los Nidos de Águila que une Cracovia y Częstochowa. Si quieres ir un poco más allá, a 100 km de la ciudad, puedes disfrutar del Parque Nacional de Pieniny y del Parque Nacional de los Tatra. Haciendo dos o tres noches por la zona tendrás la ocasión de visitar destacados monumentos construidos en madera (por ejemplo, una serie de iglesias declaradas Patrimonio de la Humanidad), de probar exquisitos productos regionales de esta parte de Polonia, de disfrutar del folclore montañés y, ¡no te lo pierdas!, de relajarte en alguna de las cinco termas próximas a Zakopane, donde disfrutar de aguas geotermales con temperaturas suaves y agradables.

Desfiladero del río Dunajec en el Parque Nacional de los Montes Pieniny

Si en tu viaje también buscas historia e historias, además de Varsovia y Cracovia deberías pensar en visitar Gdańsk, en la costa báltica. Hace más de ochenta años aquí dio comienzo la Segunda Guerra Mundial y hace más de cuarenta, se forma el legendario sindicato Solidaridad. Desde la ciudad puedes hacer una excursión a Malbork y sumergirte en la historia y las anécdotas de los caballeros teutones, que construyeron aquí uno de los castillos más grandes del mundo. Si viajas a Wrocław, además de visitar su imponente casco antiguo, puedes recorrer la ruta de los gnomos que no hace mucho tiempo han “invadido” la ciudad. Puedes ir añadiendo más ciudades con arte, historia y encanto: la renacentista Poznań, la gótica Toruń, la sorprenderte Lublin o la „cinematográfica” Łódź. Algunas son Patrimonio Mundial de la UNESCO.

No hay nada como la comida española, pero seguro que te va a sorprender el sabor de la gastronomía polaca. No te vayas sin probar un plato humilde como son los pierogi, ni uno noble como el pato relleno. Si viajas en otoño, te recomendamos aprovechar la temporada para degustar un ganso asado y terminar cualquier comida con alguno de los suculentos y muy bien elaborados postres caseros.

CUESTIONARIO